Cuando nos preguntan qué es lo que más nos gusta de nuestro trabajo, siempre contestamos algo diferente, parece imposible escoger una sola cosa; pero hoy, podría asegurarles que sin duda, el poder conocer a personas tan talentosas y tan diferentes, que han logrado unir su pasión con su trabajo, ha sido la oportunidad más grande y bonita, con la que nos hemos encontrado. Poder escuchar su historia, su experiencia y conocer toda la magia que se vive en el backstage de las bodas, no se que compara con nada.
Esta vez tuvimos la oportunidad de platicar y conocer un poquito más de the face behind the brand de Barragán Producciones. Seguramente si estás buscando DJ para tu boda, ha aparecido su nombre más de una vez entre las recomendaciones, pareciera que todas las novias que lo han contratado, sienten la responsabilidad de compartir su experiencia, para que otras puedan disfrutarlo como ellas lo hicieron.
José Manuel empezó como DJ hace 16 años, cuando tenía solo 15.
“Conocidos por diferentes lados me empezaron a pedir que les ayudara a poner música para sus fiestas. Al principio le robaba a mi papá las bocinas de su computadora (siempre se enojaba), después un día en una fiesta le conté a la mamá de un amigo esto y su hijo nos escuchó y me dijo que compráramos unas bocinas juntos, fuimos a Mercado Libre y así se convirtió en mi primer socio”.
Pero ¿Por qué bodas? Realmente no tenía ni idea de lo que eran las bodas cuando empezó a hacerlas. “Nunca creí que existiera una industria tan grande alrededor de esto, la primera vez que mandamos una cotización de boda en treinta y cinco mil pesos yo me enojé con mi socio y le dije que nunca nos iban a pagar eso por un DJ. En ese entonces mi sueño era hacer los eventos de las escuelas (donde estaban todas las niñas de mi edad), pero la vida me enseñó lo equivocado que estaba”.
Lo que más le gusta de su trabajo, es el día de la boda, levantarse temprano los sábados con la ilusión de tener que ir a tocar una boda, es una emoción que nunca pasa, no importa cuantos cientos de bodas haya hecho.
“También es súper gratificante el trabajo del día a día en este negocio, porque conocemos gente que confía en nosotros para una de las decisiones más importantes de su vida. Cada vez que se vende una boda, me sigo poniendo tan contento como el día que vendí la primera. Aunque es cierto que trabajamos de lunes a domingo y a todas horas, es un trabajo que no cansa”.
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Su momento favorito de las bodas, es la adrenalina del momento del postre, que es cuando ellos empiezan a prepararse para los bailes y para abrir pista. Nunca se acostumbran a la responsabilidad de esos diez o quince minutos tan cargados de emociones, donde simplemente no pueden equivocarse en nada. “Empiezo a sudar frío y se me pone la piel chinita, tengo una rutina que me ayuda mucho a bajar la ansiedad y prepararme para esto: reviso las canciones con mi equipo, luego las confirmo con los novios o con la Wedding Planner, voy al baño, le pido a Dios que sea la mejor boda de mi vida, empieza la cuenta regresiva: baile de novios en tres, dos, uno, play”.
Para José Manuel y su equipo de Barragán Producciones, el éxito de una boda está en la planeación y el equipo de trabajo. Son miles los factores que pueden afectar a una boda, pero si tienes buenos proveedores y te dejaste asesorar por ellos antes, todo lo que pase ese día se puede resolver, sin que ni siquiera te tengas que enterar.
Lo más importante es planear pensando en tus invitados. Si se te olvida que el objetivo de todo, es pasar un buen día con la gente que quieres, y empiezas a complicarles la vida, es muy difícil que la fiesta fluya.
Le preguntamos si se acordaba de la primera boda en la que tocó y nos respondió:
“No tengo idea cómo se atrevieron a contratarnos, cobramos tres mil pesos en Cuernavaca y fue un desastre. Teníamos dieciséis años, era una boda muy bonita de los dueños de una hacienda, sin duda se notaba que lo único barato era el DJ. Llevamos todo el equipo en nuestras camionetas y nosotros lo montamos, sudamos como nunca y nuestras bocinas se veían espantosas junto a todo el montaje. En la ceremonia no se escuchó nada, el micrófono que compramos un día antes hizo ruido todo el tiempo. Terminando la canción del baile de novios desconecté un cable para cambiar de computadoras y retumbó por toda la fiesta. Por alguna razón la novia todavía me quiere, pero me di cuenta de que estábamos todavía muy lejos de poder hacer bodas”.
Han tenido la suerte de que los escojan para muchas de las bodas, graduaciones y eventos de empresas en los que todo el mundo quiere tocar. Para ellos, varios eventos son súper emocionantes con miles de invitados, pero hay otras cosas que los hacen más especiales, que solamente el número de personas.
Al preguntarle por el evento más retador que les ha tocado, nos respondió:
“Miles de historias que contar aquí, pero definitivamente la peor fue cuando cayó una tormenta que rompió las cortinas de la carpa. La boda parecía escena de Jumanji. Se fue la luz, el equipo quedó inservible, todos estábamos tan mojados como si nos hubiéramos metido a bañar y el agua en el piso nos llegaba a las rodillas. Afortunadamente sobrevivió mi iPad y unas bocinas chicas con las que habíamos hecho la ceremonia, bajé una app para “mezclar” y con eso hicimos una de las bodas más divertidas de mi vida. Acabamos tardísimo y la gente bailó con toda la actitud”
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El tema de la música en las bodas, ha evolucionado muchísimo en los últimos años. Cuando llegó a las bodas, el reggaetón tomaba apenas unos diez minutos de la fiesta, había gran variedad de momentos para diferentes cosas. No podían faltar las coreografías, que hacían momentos muy divertidos con la familia. Ahora la gente conoce más música y tiene gustos más sofisticados, por lo que aceptan proponer cosas mucho más bonitas que la Macarena y no todos los fines de semana tienen que tocar lo mismo. Las canciones “típicas de boda” que antes eran obligatorias ahora rara vez se tocan.
“El reto principal de los DJs ahora es mantener la variedad de la fiesta, divertir a los invitados con todo tipo de propuestas y no solamente recurrir al temible reggaetón (me encanta, pero no es todo lo que hay en la vida)”.
Para cerrar, le pedimos que después de todos estos años y bodas en las que ha tenido la oportunidad de ser parte, nos compartiera el mejor consejo que le podría dar a una novia y nos dijo:
“Que no se te olvide que estás planeando una fiesta. Si lo conviertes en una razón para estresarte, para pelearte con tu novio, estar preocupada, dudar de tus proveedores, endeudarte, ¿cuál es el punto? Relájate y disfruta todo el proceso, no te lo tomes tan en serio y diviértete”.
Podríamos pasar horas platicando de lo mucho que disfruta su trabajo y las miles de historias que ha vivido estos años en éste increíble pero loco mundo de las bodas en México, pero si quieres ver más de su trabajo no olvides entrar su perfil en TWB, te podría asegurar que en cuanto lo conozcas, vas a querer que esté en tu boda.