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En una carrera de Nascar en Talladega, Alabama, dos corazones se cruzaron para nunca separarse. Samantha y Elliot se conocieron en mayo de 2015 en el lugar menos esperado. Samantha estuvo a punto de no ir debido a un dolor de estómago, pero la insistencia de sus amigos la llevó a vivir una conexión instantánea con Elliot.
Dos años después de conocerse, ambos se graduaron de la Universidad de Alabama. Posteriormente, se mudaron juntos; y años más tarde, en un muelle nevado de Lake Tahoe, durante su viaje anual de esquí, Elliot, de rodillas y con una sonrisa nerviosa, le pidió que fuera su esposa. Celebraron ese compromiso en un restaurante italiano, soñando con una boda que los llevara al otro lado del mundo: la Toscana.
Y así, en septiembre, en los últimos días soleados de la temporada, rodeados de viñedos infinitos y la cálida golden hour, Samantha y Elliot convirtieron su sueño en realidad en la majestuosa Tenuta di Monaciano.
Un diseño elegante en cada detalle
Guiados por la talentosa wedding planner Katia Morales y su empresa Bliss, la boda fue planeada para ser tan inolvidable como su historia de amor. Con una paleta de colores en tonos cálidos y elegantes como el oro, rosa claro, crema y un toque de negro, lograron una atmósfera atemporal, cálida y lujosa que destacó la belleza natural de la Toscana.
El diseño incluyó un candelabro majestuoso frente a la villa, con vistas al viñedo, y dos largas mesas estilo familiar adornadas con flores y velas que resaltaron en la oscuridad de la noche. Fue un lujo discreto, con una estética de “lujo silencioso” que combinaba elegancia y magia sin pretensiones.
El vestido de novia
Samantha lució un vestido Marchesa off-the-shoulder con encaje floral 3D y un corsé perfectamente estructurado. Para sorprender a los invitados, la falda de tul era removible, transformando su look de princesa a un estilo más seductor.
Un banquete italiano
Nada representó mejor la esencia de Italia que el banquete. Desde una hora de cóctel con prosciutto fresco hasta una cena formal con platillos locales impecablemente presentados, los invitados experimentaron el auténtico sabor italiano. La noche culminó con un pastel de boda tradicional italiano, un millefoglie, preparado en vivo frente a los asistentes y acompañado de fuegos artificiales que iluminaron el cielo.
La noche anterior a la boda, celebraron una fiesta de bienvenida con pizzas hechas al momento, champán y helados, creando un ambiente muy italiano.
Un altar entre colinas y flores
La ceremonia, realizada en un teatro natural dentro de la propiedad, fue un sueño hecho realidad. Dos arcos modernos llenos de flores en tonos rosa claro y crema decoraban el altar, complementando el color verde del entorno lleno de naturaleza. Cojines color crema para los invitados añadieron comodidad y un toque de sofisticación. En ese espacio íntimo, Samantha y Elliot compartieron sus votos de amor.
Toques personalizados
Cada detalle habla de amor y dedicación. Sobres dorados con notas personalizadas, copas de champagne grabadas, regalos de bienvenida con vinos locales y una estética impecable hicieron de esta boda una experiencia profundamente personal. Katia Morales no sólo creó un evento, sino que le dio vida a este nuevo capítulo en la historia de amor de Samantha y Elliot, creando un recuerdo eterno para ellos y sus seres queridos.
Diseño y Planeación de la Boda: @bliss.events.italy | Fotografía: @studiobonon_photography | Banquete: @galateoricevimenti | Audio e Iluminación: @energy_events | Maquillaje: @makeupby_veronikav | DJ: @remogiugnidj | Venue: @monaciano