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Se aproxima el gran día y son demasiados los detalles que debes tener listos: el vestido de novia, la lista de invitados, el banquete de bodas, la decoración y mil etcéteras más; sin embargo ahí no termina la aventura, sino que también hay un proceso muy interno que vives día a día y al que hay que ponerle mucha atención. Porque esto también se trata de disfrutar y vivir al máximo, es momento de que hagas una pausa para que te des cuenta de todas las cosas que sentirás (y vivirás) antes de la boda.
1. Emoción
Por supuesto que es una de las emociones vitales antes de semejante fecha. No te sorprendas si, de la nada, tu corazón empieza a latir al máximo y si la piel se te pone chinita. Estás frente a uno de los días que, sin lugar a dudas, cambiará tu vida por completo; y por si fuera poco lo disfrutarás junto a tu novio, así que es completamente normal que te sientas así.
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2. Duda
¡Claro! Y antes de que creas que todo el proceso es color de rosa, es mejor que te quites esa idea. Tu vida está a punto de cambiar, así que es normal que a ratos te sientas en total desequilibrio y con un montón de preguntas en la cabeza. Este momento llegará y es importante que lo vivas, pero también que estés más que segura con las decisiones que has tomado y con la idea de que tu camino de vida está a punto de ser mucho mejor.
Foto: Clayton Austin
3. Tristeza
Sobre todo si aún vives con tus papás. No necesariamente te vas a encontrar tirada en la cama llorando todo el día, pero seguro te entrará la nostalgia por saber que ya no estarás tan cerca de tus papás como ahora. En vez de ponerte mal, mi mejor recomendación es que aproveches su presencia al máximo y, ya de paso, que les pidas unos buenos consejos para iniciar un matrimonio increíble.
4. Seguridad
Todo el proceso previo a la boda es ambivalente, así que te toparás con un sinfín de emociones encontradas. Por ejemplo, a pesar de la nostalgia, también te sentirás frente al sentimiento de seguridad más pleno que hayas tenido en toda tu vida. Sabes que lo mejor está a punto de comenzar y que nada será tan ideal como vivir cada día con tu mejor amigo, tu novio, tu todo.
5. Alegría máxima
En tu mente, y al ver el panorama entero, sabrás que no hay nada en el mundo que te ponga tan feliz como la sola idea de pasar el resto de tu vida con esa persona que te transformó por completo. Las sonrisas serán imborrables e infinitas, así que prepárate para sentirte radiante y lista para comerte el mundo entero.
6. Amor brutal
¡Sí, todavía más! Encontrarás en cada nuevo día una oportunidad para amar aún más a tu pareja y demostrárselo de mil maneras. Es el momento perfecto para dejar de manifiesto lo mejor del romance y de esos lazos tan fuertes que los unen.
7. Impaciencia
Porque en tu mente el tiempo tendría que pasar más rápido para que llegue el día de la boda. Puede ser que los días se te hagan eternos o que sientas que faltan años para que llegue el gran día, pero mientras avances con todos los preparativos te darás cuenta de que los días pasan volando. Conclusión: aprovecha cada uno de ellos.
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8. Cansancio
Entre el trabajo y todos los preparativos, es muy probable que te encuentres agotada pero feliz al finalizar los días. Eso sí, trata de consentirte y olvidarte por completo de la boda, de este modo lograrás estar fresca y lista para hacerle frente a todo lo que venga.
9. Te sentirás plena
Sabes que todos los caminos te han llevado al él y también estás consciente de que cada emoción que sientes es producto del amor tan inmenso que te mueve. Estás segura de que es el amor de tu vida y de que estás lista para iniciar una vida a su lado, para darle sentido a su nueva aventura y para escribir una historia que no tenga final.
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Conforme pasan los días te darás cuenta de que el proceso de organización de la boda te ayudará a conocerte más y más. Nada es perfecto, pero todo puede serlo si afrontas cada una de las emociones con la mejor actitud. Recuerda que estás a punto de vivir una de las experiencias más definitorias de tu vida, así que más vale que la disfrutes al máximo. Happy planning!