Mucho antes de empezar con el proyecto de TWB, siempre soñé con el día de mi boda, cómo sería mi vestido, quiénes estarían en ese día tan especial y me imaginaba caminando al altar del brazo de mi papá; es muy curioso como la vida da tantas vueltas y por azares del destino, mi papá partió antes de que ese día tan mágico llegara a mi vida y fue mi mamá quien me acompañó y me entregó en el altar.
Hoy escribo este artículo en medio de la crisis que enfrentamos en todo el mundo, pero sé, que este ratito será terapeútico, en donde, podré revivir y compartir con ustedes todos los momentos de felicidad que Gab y yo, vivimos ese día.
2019 para mi, fue un año lleno de emociones, con altas y bajas y como les he platicado a muchos de mis amigos, es el año en donde puedo decir que todo lo bueno y malo pasó en mi vida, y se los cuento, porque hay quienes como yo, han tenido que vivir su proceso de “Bride to be” en una situación complicada.. como lo están ahora miles de novias que tuvieron que posponer la fecha de su tan esperado día o que tienen a algún familiar enfermo o que quizás podrían perder su trabajo.
5 meses antes de la boda, a mi mamá le detectaron cáncer de mama, una noticia que me tomó por sorpresa, cuando me lo dijo, el mundo se me vino encima y por supuesto que, toda la planeación de la boda, había pasado a segundo plano.
Fue ese día cuando mi mamá y yo, junto con el apoyo incondicional de mi ahora esposo, comenzamos la lucha contra el cáncer, una lucha que se hizo en medio de la planeación de una boda, entre consultas, quimioterapias y una operación. Fue un proceso complicado, ya que eran muchas las cosas que debían organizarse, pero siempre la prioridad fue su salud. Gracias a Dios y a sus médicos ella hoy, se encuentra bien y lista para vivir su vida al máximo.
Durante 5 meses, realmente me des entendí de todos los pendientes de la boda, pusimos toda nuestra confianza en las manos de Bere, nuestra wedding planner a quien agradezco profundamente por la paciencia y profesionalismo.
Me da risa porque, siempre que me preguntaban sobre la boda, los comentarios eran: “seguramente ya tienes todo bajo control”, “ya me imagino cómo está la bridezilla” y así muchos más, pero, en realidad yo pensaba: “si supieran que Paulina no es la bride to be que piensan que es”.
El gran día llegó y todos nuestros seres queridos estaban en Cancún, todos muy guapos y arreglados para disfrutar de una misa en la Capilla Santa Rita, nos encantó que estuviera sobre la laguna y tuviera una vista excepcional. Después de la misa nos trasladamos al venue, el cual se encuentra en Isla blanca, justo frente a Isla mujeres, un lugar virgen y rústico a la orilla de la playa, un espacio ideal para armar una boda íntima.
La palabra “íntima” creo que define perfectamente nuestra boda, estuvo la gente más importante y allegada a nuestras vidas, personas que han estado ahí para nosotros siempre, sin importar el tiempo que lleváramos sin vernos. Fue una boda de 150 invitados, en donde cenamos delicioso gracias a Vero Lezama y su exquisita cocina, la decoración fue inspirada en un estilo bohemio – playero, con mucho verde y madera, con foquitos que iluminaban toda la fiesta siendo la arena y el mar los elementos principales. La idea es que todos estuviéramos cómodos, descalzos y relajados. Uno de los detalles que amé de las mesas, fueron los menús y placements cards que Trian Studio hizo a mano para nosotros, me encantó que cada asiento fuera personalizado.
Una de las personas que hizo posible inmortalizar estos grandes recuerdos, es nuestro amigo Sebastián Anaya, recuerdo que de las primeras veces que pude conocer su trabajo y convivir con él, siempre le dije que me encantaba lo que hacía y que ojalá algún día pudiera documentar mi boda (ya hace unos 4 años de esto), el tiempo me lo cumplió y realmente no me arrepiento ni un segundo por haberlo elegido, su trato tan humano y profesional confirmó lo que yo ya sabía.
Me encantó que tanto él, como Max del Valle (quien estuvo a cargo del video) nunca se separaron de nosotros y ni siquiera notamos que estaban ahí, realmente fue una foto y video completamente documental.
Como mencioné anteriormente, Max del Valle fue el encargado del video ese día y realmente nos sorprendió con las tomas que realizó y a quien agradecemos por su profesionalismo y amistad; sin duda fue una gran elección.
Por último me gustaría agradecer a todos los que hicieron posible este sueño, valoramos todo el esfuerzo que se puso ese día para que todo saliera perfecto; pero sobre todo a todas las personas que viajaron hasta allá para acompañarnos en el mejor día de nuestras vidas.
Wedding Team
Fotografía Sebastián Anaya / Video Max del Valle Films / Papelería y caligrafía Trian Studio / Vestido Allure Bridals / The White Room Puebla / Venue Villa Chenera / Wedding planner Chick Weddings Cancún / Banquete Vero Lezama / Mobiliario y DJ Eventio / Flores Taller de Flores / Capilla Santa Rita/ Maquillaje y peinado Angie Velazquez / Vestido rojo Diseñador Samuel Wong