“La elección, no la casualidad, determinan tu destino” – Aristóteles
Quise empezar con esta frase porque si algo es cierto en la vida, es esto. Lo he comprobado a lo largo de los años y puedo decir que estoy donde debo estar.
Lessant empieza en mi imaginación, muchísimo tiempo antes de materializarse como una firma de planeación de eventos.
Desde muy temprana edad me sentí atraída por la logística, la organización de eventos altruistas y del servicio como tal, pero como buena prepatoriana de 16 años, sin la guía necesaria para tomar este tipo de decisiones, me auto-convencí de que no podía dedicarme a esto de por vida.
Sí, uno debe hacer lo que ama pero si no vives de eso ¿entonces qué? Decidí entonces estudiar contaduría pública (what? si, como lo oyen, contaduría pública), era el negocio familiar y en ese momento me hizo sentido. OBVIO después de un semestre dije ADIÓS, no me apasionaba y sufrí cada segundo. Me puse a pensar cómo podía dedicarme al “servicio” y de verdad ayudar al prójimo y no morir de aburrimiento en el intento (ilusa).
La respuesta vino inmediatamente a mi cabeza: LEYES. Si, me metí a estudiar derecho(ya se, yo muy mal). Y aunque no me desagradó, tampoco me sentía plenamente feliz. Seguí estudiando, empecé a trabajar y conocí en mi trabajo a mi ahora esposo. Me enamoré, tuve un hijo y me casé.
Fue entonces que todo tuvo sentido. Al visitar mi lugar soñado, al escoger las flores, pensar en el diseño de la invitación, el vestido, hacer las mesas, los vestidos de las damas, etc, sentí una felicidad y pasión que jamás había sentido.
Fue como si alguien me quitara la venda de los ojos y por fin pudiera ver claro, lo que la vida llevaba años diciéndome: las bodas eran mi destino.
Claro que no todo fue tan fácil como yo pensaba, siendo mamá de un bebé de un año y con boda encima, no había mucho que pudiera hacer más que aprender de mi experiencia como novia.
Tres meses después de la boda puse en marcha mi plan: convertirme en Wedding Planner. Fue entonces que me topé con To Be a Wedding Planner Institute, me certifiqué y aprendí de los mejores. Personas que influyeron totalmente en mi formación y mi vida como wedding planner.
Fue aquí donde me enfrenté por primera vez a mi realidad: esto ya no era mi imaginación, era una empresa, que necesitaba nombre, cuidados, mucha atención y esfuerzo. Empecé a ver mi empresa como mi bebé, y decidí en ese momento su nombre y su esencia. Le(Leticia) ssant(Santiago, mi hijo) para nunca perder el camino y recordar siempre que mis dos bebés serían mi motor siempre.
Lessant lleva ahora dos años coordinando, planeando y produciendo bodas. Hacemos también eventos sociales pero nada nos apasiona tanto como las bodas, ¿por qué? por que son momentos irremplazables, llenos de felicidad, esperanza, futuro y compañerismo. Es el inicio de una vida llena de posibilidades y es un privilegio estar en primera fila para presenciarlo.
Cada momento es especial, la primera vez que se ven los novios, cuando el papá ve a la novia, los bailes, la calidez y cariño que se siente por parte de los invitados y muchas cosas más, son inigualables.
Me doy cuenta ahora que todo lo que viví y aprendí, era necesario para convertirme en quien hoy soy. Todas esas vivencias son mi diferenciador. Puedo ser empática con mis clientes porque yo estuve en su lugar, sé perfectamente lo que sienten y los miedos que tienen.
Todo lo aprendido me sirvió para poder brindarle a mis clientes lealtad, empatía, solidaridad, disposición, actitud, practicidad, creatividad y lo más importante: pasión por servirles en el día más importante de sus vidas.
Después de tanto choro mareador, lo único que me queda por decir es: disfruten cada segundo, tómense el tiempo de elegir a sus proveedores, analicen bien que ofrecen y si es lo que ustedes buscan. Sin duda es muy importante la elección de los proveedores que formarán parte de su gran día. Si en algún momento se sienten rebasados respiren, busquen ayuda y continúen. Son momentos que nunca olvidarán, y si después de leer esto conectamos, será un privilegio para mí ser parte de algo tan especial.