En un rincón lleno de carácter como lo es Piedra Viva, en Tepoztlán, Sofía y Benji celebraron una boda que fusionó mundos. Ella, colombiana; él, estadounidense. Un contraste que se sintió profundamente en la propuesta de diseño: una mezcla perfecta entre lo industrial y lo etéreo, lo minimalista y lo romántico, con un protagonista indiscutible —las flores blancas.
La propuesta floral, diseñada por Albaricoque Atelier Floral , se construyó bajo una premisa clara: hacer que cada elemento brillara por sí solo. Apostaron por una estética moderna, elegante y sofisticada, en donde menos fue más, y el minimalismo se convirtió en la clave para resaltar cada textura, cada flor, cada material.


Uno de los ejes más llamativos de la decoración fue el trabajo aéreo. Desde lo alto, ondas de tela vaporosa flotaban sobre los invitados, envolviendo el espacio con movimiento y ligereza. Por la noche, estas telas revelaban un giro inesperado: detalles de neón que le dieron un toque contemporáneo y sorprendente al ambiente. Este juego entre luz, altura y materialidad convirtió el techo en una experiencia visual, y no solo un techo más.
Las flores colgantes fueron, sin duda, una de las apuestas más memorables. Sobre la pista, rosas invertidas crearon un efecto onírico, como si el espacio mismo respirara. Los centros de mesa no se quedaron atrás: se diseñaron estructuras altas de herrería negra —en armonía con la arquitectura del lugar— desde las cuales las flores parecían flotar. La sensación era casi mágica: flores suspendidas en el aire, que invitaban a observarlas con calma, a notar su belleza individual.




La paleta floral se mantuvo en blancos: anturios, anémonas, rosas, que convivieron con materiales orgánicos como piedra y laja, aportando textura y profundidad. Todo estaba cuidadosamente equilibrado para resaltar tanto la naturaleza de las flores como la fuerza visual del venue, con su herrería negra y su carácter industrial.
La decoración firmada por Albaricoque no solo acompañó el espacio: lo transformó. Le dio un nuevo lenguaje visual al entorno, uno en donde el minimalismo no significó frialdad, sino atención al detalle; donde las flores no eran un complemento, sino las protagonistas de una narrativa estética que hablaba de amor, equilibrio y belleza sutil.
ALBARICOQUE ATELIER FLORAL
Wedding planner @yuri_torreswedding | Decoración @albaricoque_floral | Venue @piedraviva.tepoztlan | Banquete @cuevaseventosmx | Dj @v.b.music | Iluminación @yuzamlighting | Música @gruposupernovak | Barra libre @la_chulita_open_bar | Mobiliario @murandamx | Estrados @pistas_victor_baez | Foto @alba_fotografia













