Después de un año de preparativos Parvathy y Sagar, desde Nueva York llegaron a la Ciudad de México para disfrutar de todas las celebraciones que les esperaban para sus Bodas. Con el estilo único que los caracteriza, el glamour estuvo siempre presente, desde las ceremonias más sencillas hasta las majestuosas como fueron la ceremonia Jain y la ceremonia Católica
Ciento cincuenta invitados de 10 diferentes países lograron presenciar la magia que se preparó para ellos durante 4 dias. En diferentes escenarios
Las diferentes recepciones fueron itinerantes , pero fue el Club de Banqueros de México fue la sede principal, la cual con sus grandes chefs dieron gusto a los exigentes paladares de los invitados de más de diez diferentes países. A través de la creación de banquetes hindus, con especias traídas desde el Oriente Medio y una cena espectacular para la ceremonia católica tradicional .
Hacer una Boda hindú en ésta ciudad se convirtió en todo un reto, pues habría que tener el control adecuado de más de 50 proveedores, en diferentes espacios. Desde recibirlos a todos en un hotel súper confortable y adecuado para atender grupos especiales y consentirlos, pues venían invitados con más de 30 horas de vuelo , hasta poderlos despedir al cuarto día con un delicioso brunch de despedida.
Aunado a la Gran Boda White que se vivió de forma tradicional, católica para honrar a la familia de de la madre de la novia.
Desde el día 1 celebramos la ceremonia de la henna, con verdaderos artistas que supieron aterrizar lo importante de esta ceremonia. Fue el primer encuentro de ambas familias. Para ello la terraza del Zocalo Central dio todo el toque que buscamos para ser el marco perfecto
EL rehearsal era un básico, para que nacionales y extranjeros entendieran de qué iban todas las ceremonias que se presentaron para los días: en especial la Ceremonia Jain (ceremonia religiosa hindú) y la boda católica, llevada a cabo dentro de la Parroquia de Nuestra Señora de Lourdes, la cual se encuentra de forma privada dentro del Club de Banqueros.
Para esa noche, qué mejor que recibirlos en un restaurante mexicano súper lindo y delicioso, eligieron El Chapulín dentro del Hotel Presidente Intercontinental. Una cena mexicana muy gourmet acompañada de un buen tequila y vinos mexicanos dieron la bienvenida a amigos y familiares, dispuestos a pasar tres día más de increíble fiesta con todo y sus ¨afters¨ correspondientes.
El día 2 sin duda fue para muchos el más emocionante pues las calles y los habitantes del centro histórico no podían creer que un verdadero príncipe circulara por ahí, dentro de un hermoso automóvil, mientras lo acompañaban sus familiares y amigos, en plena algarabía con música tradicional india. El tráfico se detuvo de forma inusual, con un solo objetivo: que el novio disfrutara de su camino hasta donde se encontraba la novia.
La novia perfectamente ataviada con su vestido rojo (con un peso de casi quince kilos) estaba lista para caminar hacia el mandap, donde sus padres y los del novio ya la esperaban. Para llevar a cabo una ceremonia increíblemente detallada, con todo lo que exige la cultura hindú.
La terraza del Club de Banqueros se transformó en un lugar donde el tiempo y el espacio se perdieron, solo resaltaba la excelente decoración y la hermosa novia reluciente de belleza .
Más tarde , todo estaba listo para continuar con el sangeet, el cual conocemos en México por sus característicos bailes tipo Bolliwood, bailes que presentaron los amigos y familiares más cercanos a los novios.
Cocteles increíbles al estilo de los bares de Nueva York fueron la delicia de los invitados, para acompañar las deliciosas viandas hindúes, elaboradas con especias traídas por los novios directamente desde la India, en su último viaje.
Lo último en música hindú y neoyorquina estuvo al mil, desde las tornamesas de Manuel Barragán DJ, quien logró que todos bailaran hasta entrado el día siguiente. Una fiesta de color y alegría sencillamente increíble.
Parvathy tenía muy claro el estilo para cada ceremonia, todos y cada uno de sus vestidos fueron traídos desde diversos países, su vestido blanco, por ejemplo, para la ceremonia católica, comprado en Paris,fue diseñado en Londres, enviado a Barcelona para los últimos detalles y voló semanas previas hacia Nueva York para que ella misma lo custodiara hasta la Ciudad de México. Atelier 2019 Collection Rafaga de Paris fashion week. Y para los zapatos no podían más que ser combinados con diseños exclusivos por Gucci y Cristian Louboutin.
Para el dia 3, la Ceremonia Religiosa Católica, estaba lista y majestuosa, miles de flores, cientos de velas, cristales, encortinados perfectos lucieron simplemente espectaculares, combinados con el mobiliario de Local Trendy, quien entendió perfecto el diseño que se estaba creando: un glamour diferente, enaltecido por el color, y la elegancia en tonos neutros, cuando éstos fueron necesarios.Engalanados con la imponente música de una sublime big band , quien abrió la noche con el tema New York New York de Frank Sinatra. Una Boda ivory al estilo elegante de los años 50`s.
Para el after del cierre de ese día, después de cantar y bailar, el after en la terraza del Club los esperaba de nueva cuenta para seguir gozando hasta las 5 de la mañana. Disfrutando de los clásicos taquitos y mucha cerveza.
Y cuando ya parecía que todos estaban muy cansados, el brunch de despedida, levantó los ánimos de todos, para entonces ya todos eran amigos e incluso planearon algunos viajes juntos después de ese día. La vista a la plancha del Zocalo capitalino fue el cierre perfecto, a través de la terraza del legendario Gran Hotel de la Ciudad de México.
EL cierre no pudo estar mejor con un paseo privado en turibús, para terminar de mostrar un poco más de nuestra bella Ciudad de México.
México está de moda, y es justo aquí donde los colores, la alegría, las texturas y sabores de la cultura india encontraron la mezcla perfecta. Tal y como lo hicieron Parvathy y Sagar, ella hija de padre hindú y madre mexicana, él hijo de padres hindúes,nacido en Estados Unidos y educado en Londres.
Cada detalle de este cuento de hadas, solo podía ser contado a través de mágicas imágenes, el foto arte es obra de Sebastian Anaya y su gran equipo. Quienes en cada toma lograban capturar instantes increíbles.
Dos Grandes Bodas, más de cincuenta colaboradores diez venues, cuatro días de celebraciones, confiadas en las manos y en la experiencia de Laurah Luna, quien con ésta grandiosa boda celebra quince años de estar inmersa en la Industria de las bodas.
Laurah Luna
http://laurahluna.com