Es increíble como hoy, pareciera imposible encontrar a una pareja que no tenga considerado el video como uno de los must para su boda. Cada vez nos encontramos con nuevos formatos y estilos; el típico video que duraba horas, se está quedando atrás, para dar paso a versiones con la duración de una o dos canciones únicamente, conquistando a todas las novias y convirtiéndose en uno de los recuerdos más preciados del gran día.
Platicamos con el equipo de Onírico Films y no podíamos dejar pasar la oportunidad de compartir el increíble concepto que tienen. Empezaron en el 2015; estaban en la universidad (son cineastas egresados de CENTRO) cuando se les ocurrió que tenían que hacer algo para estar activos cinematográficamente hablando, sin esperar la oportunidad de alguna producción de cine o comerciales.
Su primera boda fue ese mismo año, la novia es amiga de uno de los socios y les dio la oportunidad de ir a grabar. Por supuesto que no le cobraron nada, porque además de no tener nada de experiencia, ellos ya habían contratado a otra empresa.
“A la fecha, cada vez que la vemos, nos dicen que nuestro video les gustó más que el que pagaron”.
Al preguntarles por qué entraron al mundo de las bodas, nos respondieron:
“Por la libertad creativa que tienen las bodas y que cada una es diferente. Todas las bodas tienen algo especial y te cuentan algo que la otra no te contó. Pero sobre todo la satisfacción que te da la felicidad de los novios cuando ven el video o las fotos”
Su estilo es espontáneo y sin forzar a los novios a nada, es decir, los dejan ser tal cual como son y ahí es donde encuentran su estilo reflejado en ellos. Les gusta mucho la luz natural, los contrastes y el montaje de las canciones con la imagen en los videos.
Aprendieron a hacer cine antes de aprender a grabar bodas. Nadie les enseñó el formato que suele tener una boda, ni en foto ni video. El ojo que tienen para tomar momentos, colores, luces o alguna situación que otros no considerarían, es gracias a su carrera y las 20,000 películas que vieron en ese tiempo.
Graban con equipo de cine, cada video lo editan diferente al anterior ¡Ninguno se parece!
“Aunque parezca broma y algo obvio el mejor momento de nuestro trabajo, es cuando nos contratan. Es increíble saber que unas personas que no conoces están confiando en ti para que les ayudes a recordar uno de los momentos más importantes en sus vidas. También (igual de importante) cuando me escriben para decirnos qué tanto les gusto el material final”.
Su momento favorito de las bodas, es el baile de los novios y con sus papás. Es muy especial por la adrenalina y responsabilidad que sienten.
Para finalizar, les pedimos que nos compartieran un consejo para las parejas que están por el elegir a su proveedor y nos respondieron:
“Que les fascine el material que tiene. El precio no tiene que estar peleado con la calidad. Pero sobre todo que el fotógrafo que vayan a contratar no sea protagonista de la boda y no quiera hacer las cosas como el quiera por el simple hecho de respetar su estilo. Con excepción del photoshoot de los novios y familia, el mejor fotógrafo o cinematógrafo de bodas es al que casi no ves y te deja ser tal cual y como eres…así somos nosotros”
Encuentra el trabajo de Onírico Films en TWB.