Arantxa & Carlos: Una boda destino en Querétaro llena de elegancia, color y sorpresas

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Organizar una boda inolvidable en solo unos meses puede parecer un reto, pero cuando hay amor, visión clara y un equipo de expertos detrás, todo es posible. Así fue la historia de Arantxa y Carlos, una pareja de Monterrey que decidió celebrar su gran día en una elegante hacienda en Querétaro, en una boda destino que combinó tradición, estilo y muchos momentos inesperados.

Una planeación exprés y llena de intención

Montserrat Pérez, su wedding planner fue contactada en noviembre con una misión clara: organizar una boda para marzo o abril. En menos de cinco meses, logró crear un fin de semana espectacular para los novios y sus invitados, quienes viajaron desde Monterrey para vivir una experiencia completa. La celebración se extendió todo el fin de semana, comenzando con una animada callejoneada el viernes, seguida por la boda el sábado y cerrando con un tornamesa el domingo en El Astillero.

Tradición mexicana con elegancia contemporánea

Desde el inicio, Arantxa y Carlos buscaban un estilo elegante y sofisticado, sin dejar de lado los toques festivos y mexicanos que tanto querían compartir con sus invitados. La ceremonia se celebró al aire libre, bajo un entorno natural que fue sutilmente decorado con tonos suaves, creando una atmósfera romántica y serena.

Happenings sorpresa en cada etapa

Uno de los elementos más distintivos de esta boda fueron los happenings pensados para sorprender en cada momento del día. En la ceremonia, bombas de humo dieron un efecto espectacular a la salida de los novios. Durante el cóctel, los invitados disfrutaron de un despliegue de pirotecnia, y para el banquete y fiesta, se preparó una pantalla oculta que se reveló para dar paso al momento más enérgico de la noche.

Flores, iluminación y una atmósfera vibrante

La decoración floral tuvo un protagonismo absoluto: una mezcla orgánica y elegante con explosiones de color que contrastaban con el verde del entorno natural. La iluminación fue otro de los grandes aciertos de la boda: velas altas en las mesas, luces colgantes en los árboles y acentos arquitectónicos que dieron vida al espacio al caer la noche.

Una fiesta con corazón regio y alma mexicana

Cada detalle fue cuidadosamente diseñado para que los invitados no solo asistieran a una boda, sino que vivieran una experiencia completa. La gastronomía mexicana, el entorno tradicional de la hacienda, la música, los mariachis y los momentos sorpresa crearon una atmósfera mágica que nadie olvidará.

Montserrat Pérez Wedding Planner