En el marco del #ChileWineWeekMx y del día del vino chileno, 4 de septiembre, se realizaron en Ciudad de México diferentes dinámica que mezclaron la gastronomía local y del país austral a cargo de grandes representantes de sus gastronomías, todo maridado con uno de sus máximos embajadores a nivel mundial: el vino chileno.
Sin duda para Chile, el vino es uno de sus productos insignes. Y si bien ese país es reconocido mundialmente –en 2018 se consolidó como el quinto exportador mundial— por la variedad de sus cepas, él Carménère se reconoce como la más emblemática de Chile.
Los valles viñateros de Chile se extienden por más de 1.200 kilómetros de norte a sur. Un territorio largo y angosto, es uno de sus muchos atributos. Asimismo, Chile se encuentra protegido por la Cordillera de Los Andes por el este, mientras que la brisa del Océano Pacífico por el sur ayuda a regular las temperaturas.
Entre sus valles más destacados se encuentran el Valle de Colchagua de tradición vitivinícola; el Valle de Curicó, que se denomina el valle donde se originó el vino chileno; Valle del Maule, uno de los más extensos en cuanto a territorio y que destaca por la amplia variedad de cepas que se pueden encontrar en él; Valle de Casablanca, pionero en lo que a vinos de costa significa, y el Valle del Maipo inserto en Santiago, la Capital de Chile, y que cuenta con el mayor número de viñas del país.
Asimismo, no podemos dejar de nombrar a los Valles de Itata y Biobío, que, junto a zonas del Maule, son conocidos por tener cepas llamadas patrimoniales, aquellas que llegaron a Chile con los españoles y que se han cultivado en estas tierras por más de 200 años. Destaca la cepa País, la cual ha tenido un renacimiento y con la cual Chile está desarrollando vinos de nichos y de muy alta calidad.
Todas estas condiciones y valles hacen de Chile un país productor de vinos de clase mundial que ganan nuevos seguidores todos los días.
#CarmenereChallenge
Las bondades de una cepa única
El Carménère se caracteriza por el morado oscuro profundo de sus uvas y por su larga época de maduración para alcanzar su mejor potencia. Es rico en berries y especias con suaves y bien redondeados taninos, que la convierten en una bebida placentera y fácil de tomar.
Junto al carménère el sureño país cuenta con una amplia variedad de vinos y las distintas cepas que puede ofrecer. Las condiciones excepcionales de Chile, país que goza de una diversidad de suelos y climas que terminan por dar identidad a cada botella. Esta combinación única de geografía con un clima mediterráneo y una vasta diversidad de suelos, hacen de Chile un lugar ideal para la producción de vinos.
Pero, ¿qué la hace tan famosa? Se creía que esta cepa había desaparecido tras los estragos causados en Europa por la plaga de la Filoxera a finales del siglo XIX. Recién en el año de 1994, cuando gracias a un experto en descripción e identificación de vides por un viñedo chileno del valle de Colchagua, le llamó la atención una uva que parecía ser merlot, pero que no cumplía con todas las condiciones para que así fuese considerada: maduración más extensa, diferencias en estructuras de la planta, entre otras características.
La sorpresa fue gigante cuando identificaron de lo que realmente se trataba. El Carménère regresaba el escenario vitivinícola mundial, ya no desde Bordeaux en Francia, sino que desde Chile. Y de eso ya han pasado 25 años, en que los enólogos de ese país han ido descubriendo su enorme potencial.
Esta cepa fue la protagonista en Ciudad de México. Pues el 4 de septiembre, se realizó el #CarmenereChallenge, un encuentro para disfrutar de rica gastronomía y vinos, para recorrer Chile a través de los paladares, su rica geografía y un poco de la historia de su producción vitivinícola.
Este encuentro, organizado por la Oficina Comercial de Chile en México y Vino Paraíso, con la intención de conmemorar el Día del Vino Chileno contará con la participación de viñas ya consolidadas en México, como son Montes, Undurraga, Cousiño Macul y Concha y Toro, así como de nuevas en busca de mostrar sus productos en el mercado, como las pertenecientes al Movimiento de Viñateros Independientes (MOVI) Nerkihue, Tringario, Mujer Andina, Bauzá, Dalbosco y Pajarete Vendimia del Desierto.
El #CarmenereChallenge contó además con la participación de dos chefs invitados: el chileno Francisco Mandiola, quien fuera elegido tres años seguidos como el mejor chef de Chile, y que cuenta con apariciones tanto en México como EE.UU., estará haciendo mancuerna con Israel Montero, del restaurante de concina de autor “Raíz”.
Esta dinámica, que contó con la participación de cerca de 50 invitados conocedores y afines al mundo gastronómico además del patrocinio de Riedel, Aeroméxico, “Raíz” y el restaurant “Europeo” de Chile.