La boda seguro será perfecta, pero ¿ya pensaste en todo lo que viene después? Al término de esas 8 o 12 horas de fiesta ahora sí empezarán a construir, día a día, su nueva familia. Puedes leer en mil lados que el panorama no es nada favorable, pero todo depende de cómo alimenten su relación para crear un lazo inquebrantable. Como yo creo 100% en el happily ever after, y como quiero que seas feliz y que tengas un esposo para toda la vida, aquí te paso algunos hábitos que seguro ayudarán a que construyas un matrimonio a prueba de todo.
1. Sean novios siempre
¿Parece confuso? Creo que lo que intento escribir es que nunca des/den nada por supuesto. Si te pones a pensar en tu relación, seguro te vas a dar cuenta que cuando estás en un noviazgo eres capaz de todo por la otra persona; sin embargo la dinámica suele cambiar cuando ya vives con él y cuando la convivencia es diaria. De cualquier modo, cada día es ideal para luchar por él como cuando eran novios. Está prohibido dejar los detalles y el romance máximo de lado.
2. Caminen de la mano
Esos pequeños detalles de acercamiento son cruciales para fortalecer la unión que tienen, así que aunque estén enojados, aunque solo vayan a caminar dos pasos o incluso aunque no le encuentren sentido, siempre cumplan con este punto.
3.Perdonen y perdonen más
Hay una frase que me encanta y que dice lo siguiente: “a happy marriage is the union of two good forgivers”. Y es que si de algo te vas a dar cuenta cuando te cases es que la perfección de cuento de hadas está muy (pero muy) alejada de la realidad; por el contrario su relación se pondrá a prueba de obstáculos, malos entendidos y momentos de poca comunicación. Siempre habrá que perdonar y dejar esos momentos de lado.
4. Hagan de la risa su mejor aliado
La vida ya es demasiado seria, así que nunca abandonen ese sentido del humor que los unió desde el principio. No existe nada tan cool como hacer reír a tu pareja y morirse a carcajadas de sus historias o torpezas.
5. Asúmanse como equipo
Ser novios es muy lindo, pero si quieren sortear todas las pruebas que vengan tendrán que definirse como un equipo inquebrantable. El tema de las “power couples” está a la orden del día, y no es para menos. Véanse siempre como dos personas tremendamente unidas y luchando por un objetivo en común: tener un matrimonio para siempre.
6. Díganse todo
Lo bonito y lo que duela. No quieras/quieran esconder lo que sienten, porque de otro modo todas esas emociones negativas se van a multiplicar y, cuando menos lo esperes, se hará una bola de nieve que no aguantarás (y él tampoco). Las discusiones, aunque no lo creas, los ayudarán a estar más cerca y más conscientes de lo que cada uno de ustedes necesita.
7. Elijan sus batallas
Aunque parezca que todo es importante, siempre hay que poner en una balanza aquellos temas que en verdad son cruciales y aquellos que de plano no. Si discuten por todo lo que pasa a su alrededor, lo más probable es que la relación se dañe; sin embargo si ven algunas cosas con filosofía, se darán cuenta de que hay más razones para estar felices que disgustados.
8. Que no mueran los besos
Y aquí tampoco se trata de que entren en un tema de public display of affection severo, pero sí que mantengan esa chispa y esa intención de sorprenderse con cariñitos: abrazos, besos… ¡lo que sea! Las muestras físicas de cariño estilo click flick son geniales para que se mantengan unidos y con un nivel de romance brutal.
9. Entiendan que no todo es color de rosa
Si esta premisa la viven todos los días, te prometo que le encontrarán más sentido a todo. Cuando tengan una concepción más realista del matrimonio se darán cuenta de que las expectativas y las complicaciones salen sobrando. Será más fácil perdonar y hacer todas las experiencias más llevaderas y, al mismo tiempo, disfrutarán de lo bueno y lo malo por igual.
10. Amen como si fuera el último día
Está medio dramático, pero es en serio. Nunca des por hecho que tendrás mil momentos más para demostrarle tu amor, y mejor ve cada día como una gran oportunidad para entregarte por completo. Son los pequeños detalles los que harán la diferencia, y más si los pones en práctica todos los días.
11. Déjense ser
Creo que uno de los grandes problemas en el matrimonio se basa en tratar de cambiar a la otra persona. Más allá de pretender que él cumpla con tus expectativas o tú con las suyas, mejor acéptense tal y como son (al final así se enamoraron, ¿no?). Si se enfocan en cambiarse, lo único que provocarán es un cansancio brutal y, si les puedo adelantar algo, definitivo no lo van a lograr.
12. Presúmanse ¡y mucho!
Jamás hablen mal de ustedes con otras personas… ¡prohibido! Al contrario, siempre muestren orgullo por estar juntos. Cuando pones en palabras todo aquello que te motiva de tu pareja, te das cuenta de que, más allá de los momentos malos, siempre es mejor concentrar la atención en todo lo bueno que rodea su relación. Y créeme, son demasiadas las cosas buenas que cada uno puede expresar del otro.
Pase lo que pase, han empezado un camino y deben continuarlo juntos. Si ponen en práctica estos consejos, seguro vivirán lo mejor de su matrimonio al máximo y encontrarán en cada día una nueva razón para estar unidos, felices y listos para lo que sea que venga.