¿Cómo no mencionar a los responsables de capturar y congelar los mejores momentos?
Los fotógrafos cada vez juegan un rol más importante en toda la experiencia que implica planificar y vivir una boda; en el libro no podía faltar uno de nuestros favoritos: Manuel Valderrama.
Al platicar con él, nos compartió que a su parecer trabajar en bodas es un privilegio que no muchos tienen. En especial los fotógrafos y videografos de las bodas, quienes tienen la oportunidad de estar junto a los novios durante todo el día de la boda, desde que se están arreglando, hasta que se despiden al final de la fiesta, pasando claro, por la sesión de fotos, ceremonia religiosa, boda civil, y banquete. Es así como se converten en el proveedor más cercano de los novios y conviven con todos los proveedores: maquillistas y peinadores, wedding planners, decoradores, floristas, banqueteros, dj´s, etc..
“Para los fotógrafos es un reto profesional muy fuerte y demandante, ya que no tenemos toma dos, es decir no podemos repetir o recrear los momentos, estos pasan y se van. Si no tienes la experiencia y el ojo para captar esos momentos no puedes ser fotógrafo de boda”.
El fotógrafo de bodas es un fotógrafo completo, es decir, toman foto arquitectonica (lugares y decoraciones) foto de retrato (sesiones de fotos), foto de modelaje ( fotos con los novios) foto de reportaje y documental (fotos espontaneas durante toda la boda) fotos artísticas (experimentando con poca luz) fotos de comida (tomamos el menú de la boda), foto de producto (mesas de dulces y quesos) etc.
Ser fotógrafo de bodas es una responsabilidad total y absoluta, ya que si algo sale mal, jamás se tendrá la oportunidad de repetir la boda.
Manuel inició en 1991, primero haciendo video en bodas de familiares y amigos cercanos.
El formato en que se grababa era Betamax y VHS. En aquel tiempo no existía la fotografía digital, llevaba una cámara reflex de 35 mm. de rollo con 24 fotografías cada uno.
Había que cambiar el rollo rápidamente para no perder ningún momento, pero también a diferencia de hoy que podemos tomar miles de fotos en una boda, en aquel tiempo solo tomaban cierto número de fotos y tenía que ser muy selectivo en lo que estaba tomando porque tenía un límite de fotos.
En todos estos años de experiencia Manuel ha visto la innovación de mesas de dulces, lounges, barras, mesas de quesos, food trucks en la tornaboda y los famosos afters de bodas.
“Todavía recuerdo que lo más elegante en las bodas cuando comencé era el ocultar la silla con una manta o tela (llamado fantasma) y un moño enorme de color, ya pasó mucho tiempo de eso. Y a diferencia de hoy, las bodas elegantes o de mucho presupuesto eran las que llevaban orquesta, a veces eran dos orquestas o grupo musical versatil.”
Al preguntarle sobre lo que más le gusta durante los eventos, nos respondió que la energía que se genera durante el día y de la cual se contagia y le encanta ser el fotógrafo de la boda.. Saber que de él depende el recuerdo visual para siempre de un día importantísimo para una pareja.
También le encanta la convivencia con los demás proveedores, a los cuales ve a veces cada fín de semana y se han vuelto como una familia enorme donde aparte de saludarse en las bodas, salen y conviven fuera de ellas.
Además le gusta muchísimo compartir el trabajo con su esposa e hijos, quienes también comparten su mismo gusto.
Platicando sobre los momentos favoritos de una boda, nos dijo: “Hay muchos momentos favoritos como cuando la novia se ve en el espejo por primera vez vestida de novia, o cuando el papa la ve igualmente, también cuando los novios se encuentran ese día por primera vez y el baile de novios”.
Su mayor reto laboral: La permanencia, después de 26 años haciendo videos y fotos de boda, el reto es seguir vigente; mismo que implica la innovación, el seguir aprendiendo, el conservar la mejor actitud y servicio para los clientes.
Para Manuel las características de una boda mexicana son: divertida, abundante y maratónica.
Para concluir le preguntamos sobre su experiencia al participar en el libro “Las Bodas en México y nos respondió:
“Colaborar en el libro fue una muy grata experiencia. Conozco perfecto el trabajo de cada uno de los involucrados en el libro y la verdad es que admiro a todos y cada uno de ellos. Con todos he trabajado y he retratado su trabajo”
Con los dos wedding planners ( Paola y Lalo) me llevo estupendo y admiro su tenacidad, esfuerzo y profesionalismo para organizar bodas. Los banqueteros son mis amigos y en cada boda están preocupados para que los fotógrafos también comamos en los eventos.
A los decoradores y floristas les he podido compartir las fotos tomadas de la decoración y es admirable el nivel y calidad de su trabajo.
Las mesas de quesos y postres son una verdadera invitación a fotografiar por su diseño y colorido. Y con mis amigos de carpas casablanca (Javier, Laura y Nacho) hemos compartido tiempos de montaje cuando ha sido requerido foto y video.
Haberlos retratado a cada uno fue un reto laboral importante, todos son figuras importantes en el mundo de las bodas. Todos son top y obvio todos se tenían que ver muy bien por lo que el reto era mayor para mi.
Por último recalcó la gran colaboración que recibe de su esposa y también fotógrafa, Graciela Ubando Martinez quien ha sido pilar fundamental a través de estos años, con su esfuerzo, entrega y amor que lo han permitido seguir adelante.