La celebración de Pascalle y Santi fue mucho más que una boda: fue una experiencia estética donde cada pétalo, cada color y cada rincón contaron la historia de dos personas enamoradas que decidieron regalarse un día con alma. Bajo la impecable planeación de MJ Wedding Studio, y con la magia floral de Albaricoque Atelier Floral, el espacio se convirtió en un escenario donde la naturaleza, el amor y el diseño se fundieron.
Desde el primer momento, el jardín, el salón o el espacio escogido por la pareja —envuelto de vegetación y luz natural— recibió una intervención floral que respetó su esencia pero la elevó. Albaricoque Atelier Floral apostó por una paleta que mezclaba verdes frescos, tonos neutros cálidos y acentos suaves de color —rosados, melocotones, algún destello dorado— para lograr un equilibrio perfecto: elegante sin frialdad, natural sin descuido.


Los centros de mesa se presentaron en contenedores bajos, de formas orgánicas, donde las flores parecían “nacer” allí, como brotes espontáneos de amor. Las guirnaldas colgantes, las ramas que se curvaban, los pequeños arreglos dispersos por el mobiliario, todo creó una atmósfera envolvente. La iluminación jugó un papel fundamental: luces cálidas, puntuales, que se entretejían con la vegetación para generar sombras suaves y volúmenes ligeros, consiguiendo que el espacio cobrara movimiento incluso cuando la música bajó su intensidad.
Más allá del detalle floral, la coordinación de MJ Wedding Studio fue clave para que cada elemento dialogara con armonía. Desde la papelería personalizada, hasta la tela de los asientos, pasando por el mobiliario elegido que permitía transiciones cómodas de la ceremonia al cóctel y al banquete. En conjunto, se sentía que cada elección era intencionada, que nada estaba allí por azar.



Un momento icónico del evento fue el arco floral bajo el que Pascalle y Santi pronunciaron sus votos: una estructura ligera pero impactante, cuyas flores parecían abrazar a la pareja. Allí, los tonos más vibrantes aparecían con soltura, reflejando la alegría del enlace, mientras las luces a su alrededor recogían los matices y los realzaban. Fue la mezcla exacta entre celebración y fotografía, entre emoción y diseño.
Lo más admirable de esta decoración es que, sin perder la exuberancia, mantuvo un estilo refinado y orgánico. No se impuso al espacio, sino que lo complementó. No robó protagonismo a los novios, sino que los arropó. Y al final de la noche, cuando los invitados se levantaban de sus asientos y circulaban por el lugar, compartían la sensación de estar celebrando algo único: un día pensado con cuidado, decorado con amor y planeado con maestría.

La boda de Pascalle & Santi es un ejemplo muy claro de cómo la decoración puede convertirse en narrativa: cuando flores, luz y diseño se alinean para contar una historia de amor auténtico. Gracias al talento de Albaricoque Atelier Floral y a la visión precisa de MJ Wedding Studio, ese relato visual y emocional quedó grabado en los recuerdos de todos los que estuvieron presentes.

Flores: Albaricoque Atelier Floral | Planner: Mj Wedding Studio | Venue: Casa Particular, Tepoz | Dj: Bep Producciones | Catering: A banqueteria | Pista: Víctor Baez | Foto: Arte Visual

























