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Hay momentos en los que un vino y un plato simplemente no conectan. El sabor se vuelve confuso, pesado o sin expresión. Un vino excelente puede parecer ácido o apagado junto a un platillo exquisito, y viceversa. La buena noticia es que este pequeño desastre gastronómico es completamente evitable.
Aprenderás a crear armonías entre vino y comida que transformen tu banquete de boda en una experiencia sensorial. Porque un buen maridaje no se trata solo de técnica: es cuestión de equilibrio, emoción y memoria.
Cómo elegir los vinos para tu boda
Antes de pensar en etiquetas o denominaciones, hazte algunas preguntas:
- ¿Tu boda tiene un tema o ambiente específico?
- ¿Qué tipo de experiencia quieres ofrecer a tus invitados?
- ¿El menú ya está definido con el catering?
- ¿Tu celebración se realiza en una región vinícola?
- ¿Tienes un presupuesto destinado exclusivamente al vino?
Tener claridad sobre estos puntos te permitirá elegir con cabeza y con corazón. No necesitas una cava de colección para impresionar, sino vinos coherentes con el espíritu de tu boda.
Y si el vino no es lo tuyo, atrévete con cocktails signature creados especialmente para acompañar tu menú. La originalidad también puede ser deliciosa.


Cuántas botellas de vino calcular para tu boda
Una regla práctica para evitar sorpresas:
- 1 botella de vino = 6 copas
- 1 botella de champagne = 8 copas
- Cerveza = 1 litro por persona
Divide el número de invitados entre la cantidad de copas por botella y añade una o dos cajas extra por seguridad. Es mejor sobrar que quedarse corto, sobre todo si el vino elegido no se consigue fácilmente después.
Dónde comprar el vino de tu boda
Existen múltiples caminos según tu presupuesto y el tipo de experiencia que busques:
- Contactar a un profesional especializado, que pueda asesorarte en la selección.
- Visitar un caviste o tienda especializada. Obtendrás consejos personalizados, aunque suele ser la opción más costosa.
- Comprar directamente a los viñedos locales, ideal si tu boda es en una región vitivinícola. Podrás degustar, conocer al productor y lograr precios preferenciales.
- Aprovechar las ferias del vino en supermercados o distribuidores, donde los descuentos por volumen son habituales.
- Coordinar con tu catering, que muchas veces ya tiene acuerdos con bodegas.
Si el vino no es la prioridad, puedes equilibrar calidad y presupuesto con alternativas creativas como cubas de 5L servidas en botellas recicladas o carafas elegantes.


Cómo crear tus propios acuerdos entre vino y comida
No necesitas ser sumiller para lograr un maridaje memorable. Solo sigue dos reglas básicas y una premisa: conocer tu menú a fondo.
Habla con tu chef o catering sobre los ingredientes, salsas, texturas y sensaciones de cada plato. Así podrás anticipar cómo se comportará cada vino.
- Regla 1: Armonía de sabor.
Combina los aromas dominantes del plato con los del vino. Por ejemplo, un vino blanco con notas cítricas será perfecto para un pescado con limón o pomelo. - Regla 2: Equilibrio de estructura.
Piensa en las sensaciones en boca. Un platillo cremoso o graso se equilibra con un vino ácido y fresco; mientras que una carne intensa pide un vino tinto con taninos marcados.
Durante la degustación del menú, pide varias copas y prueba distintas combinaciones con pequeñas porciones. Si es posible, utiliza medias botellas para evitar desperdicio.


Entender la estructura del vino
Para crear los acuerdos entre vino y comida ideales, conviene conocer cómo “piensa” cada tipo de vino:
- Vinos tintos: equilibran taninos, alcohol y acidez. Los taninos aportan cuerpo y estructura.
- Vinos blancos: se basan en azúcar, alcohol y acidez. Pueden ser secos, frutales o incluso dulces, según el nivel de azúcar residual.
- Champagne: añade un cuarto elemento: la burbuja. Puede ser brut nature, sec o demi-sec, según su dulzura.
- Vinos rosados: comparten la estructura de los tintos, pero con un carácter más ligero y fresco, ideales para bodas de verano.


Un brindis con sentido
El vino de tu boda no solo acompaña el menú, sino que también cuenta una historia. Habla del lugar, de tus gustos, de los momentos que deseas compartir. Crear los acuerdos entre vino y comida adecuados es una forma de regalar a tus invitados un recuerdo multisensorial: un sabor que los transporte, una emoción que perdure.
Así que levanta la copa, elige con intención y deja que cada sorbo celebre tu amor.
Una recomendación especial: Vineira
Si buscas que tus vinos reflejen la esencia de tu historia, Vineira es el aliado perfecto. Su equipo de expertos acompaña a los novios en la creación de maridajes personalizados, seleccionando etiquetas únicas según el menú, la temporada y la atmósfera de cada celebración.
Desde catas privadas hasta curadurías exclusivas, Vineira transforma el proceso de elección en una experiencia sensorial para que cada brindis sea tan memorable como el “sí, acepto”.
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