Hablar del amor muchas veces nos invita a caer en una idea romántica de un supuesto felices para siempre ¿Qué tal si esta idea existe?
Me atrevo a decir que solo pensar en esto se vuelve cada día más complejo. Si bien tenemos la fortuna de dedicarnos y vivir del amor, jamás nos imaginamos que podíamos toparnos con el ejemplo perfecto de que “el amor es una decisión diaria” este es el caso de Eri y Juan, quienes vinieron a revolucionar nuestros corazones en plena pandemia, enseñando cada segundo que su amor supera todo y siempre triunfa, solo requiere dar un salto y confiar.
Su boda fue planeada en Bacalar (uno de los lugares más bonitos de México), con sol, siete colores, mejores amigos, familia, invitados, boletos de avión, mapa de cómo llegar al lugar en la invitación, un pontón, dron contratado, venue al aire libre y todo listo. Se enfrentaron no sólo a la complicación de la pandemia, también vivieron cambios climáticos, cancelaciones de padrinos y la huelga de la aerolínea, en fin, el escenario nada amable.
Deciden continuar con sus planes, pero lo hacen desde la más profunda humildad, entendiendo que nada depende de ellos (soltando), más que su amor y de ahora en adelante la actitud que vayan a tener en su vida juntos para enfrentar las adversidades.
Y es que suena sencillo, pero vivirlo es otro rollo, pues ellos sonrieron y recibieron todo, literalmente todo, tomados de la mano y gritando “QUE VIVAN LOS NOVIOS” en pleno aguacero, con el vestido y el traje empapados, siendo la primera pareja en subirse al barco en la laguna con lluvia, con paraguas en una mano y champaña en la otra, sin miedo al éxito, disfrutando sus fotos eligiendose el uno al otro en cada momento, bailando, jugando, comiendose a besos, olvidando que existe un concepto tal como la perfección o el deber ser dentro de una boda, caminando en el lodo y llorando al agradecer con todo su corazón que muchas personas hicieron el esfuerzo por acompañarlos y festejar este gran amor que se tienen.
¡SIENDO, VIVIENDO Y PROYECTANDO AMOR! En estos tiempos de incertidumbre, de caos, de confusión, muchas veces olvidamos que esto es una invitación para reinventarnos como seres humanos, encontrarnos en los otros, reconectar con la esencia de nuestra humanidad y por qué no, volver a creer en esta idea que nos llegó a parecer tan utópica de que “El AMOR LO PUEDE TODO, SÓLO HAY QUE DECIDIRLO” .
Gracias por este regalo, por esta libertad que viven y por su autenticidad. Una vez confirmamos “QUE LOS GRANDES SUEÑOS MERECEN VIAJAR EN EL TIEMPO”.
Ana- ZIROELO FOTOGRAFÍA
Wedding Team
Venue: Bakhalar @bakhalar / Wedding planner: Roxana Anda Wedding Planner @andae_wp / Decoración: White Liberty @whitelibertybodas / Foto y video: Ziroelo @ziroelo / Vestido: Rosa Clará @rosa_clara